domingo, 11 de enero de 2009

PORQUE SIGO CREYENDO



Es una pregunta que muchos me hacen, incluso varios y varias de los cercanos.

No es fácil responder porque teniendo como compañeras de equipaje diario a la duda y a la crítica y a la libertad como bandera, no solo me pueda seguir llamando creyente, sino también intentar hacer el esfuerzo de construir una iglesia.

Pero intentaré responder.

Creo al ver como en medio del desierto piurano los algarrobos crecer y me digo que es un milagro.

Creo al sentir como mi familia se hizo más unida en los momentos más duros y, ahora que las tormentas pasaron, esa unión nos puso más cerca de quien llamamos Padre.

Creo porque siento que las religiones no son una práctica mecánica de ritos y porque no considero que ser católico implique ser conservador en ninguna de las connotaciones del término.

Creo porque, tal como me enseñaron y como lo he procurado vivir, creer en Dios implica creer que el ser humano es libre de hacer lo que quiera y que, en medio de esa libertad, optar por decirnos a nosotros mismos "sí, creo en alguien o algo superior" es justamente un acto de libertad.

Creo porque se que la iglesia en la que estoy es una institución humana, tiene algunos pastores que tal vez nunca debieron predicar en un púlpito y varios de quienes nos llamamos católicos muchas veces no actuamos en consecuencia con nuestra fe. Y aun así, Dios nos ama y nos da la oportunidad de seguir construyendo una comunidad, más que una institución con sede romana y pompa ciprianesca.

Creo también porque es una forma de rebelarme contra un mundo y un país injusto, en el que mirar a los pobres como lo hizo Xto parece ser interpretado como izquierdismo o comunismo, en el que preocuparse por la dignidad humana hace que te califiquen como idealista o bicho raro.

Creo, finalmente, porque Dios me ama y porque, en base a ese amor, procuro construir mi vida, con tropiezos, equivocaciones, alegrías y satisfacciones. La fe no te blinda ante los malos momentos, pero si te da el respiro adecuado para seguir adelante.

Y tal vez, luego de estas líneas, muchos sigan sin entenderlo y a mi me siga siendo dificil expresarlo en palabras. Lo cierto es que creo y espero que la hermana duda siga haciendo crecer mi fe en los días que me quedan por vivir.